sábado, 14 de junio de 2008

Camilo Zapata: “El son que nos baila dentro”

Tito LEYVA


Ha pasado tanto tiempo, y Camilo Zapata ha estado ahí frente a la imaginación de su alma, y en cada uno de nosotros, cuidando con celos de libertad e independencia su portentosa creación del son nica.

En Nicaragua, mientras se suaviza la cordura del odio y la casta política no deja partir su enjambre de maledicencia, el artista del pueblo, Camilo Zapata, nos deja oír la calidez de su música, siempre dispuesta a darnos mejores revelaciones de hondo humanismo.

Camilo Zapata se empeña al llegar el 25 de septiembre a sus noventa años de hacernos recordar con el corazón la realidad entrañable de donde han surgido las canciones para cantarle a Nicaragua.

Es merecido decir que Camilo Zapata es el caballero de la sensibilidad nicaragüense en su “potente levadura”, como diría el gran poeta cubano José Lezama Lima, porque nuestro gran músico es signo engendrador en su permanencia y continuidad en la cultura nacional y regional.

Todos estos años que Dios nos ha permitido a Camilo, hemos podido gozar de sus textos elaborados cuidadosamente y convertidos en canciones clásicas, como “El Solar de Monimbó”, “El Nandaimeño” y otras revestidas de significados, siempre enriquecedoras con un amplio registro de sus búsquedas de juglar enamorado.

Camilo Zapata es el más joven representante del arco musical nacional y regional. Es una fiesta conocerlo, por la gracia de ciudadano útil que lo envuelve esplendoroso ante nosotros y su don de gente que todos admiran.

Oírlo es compartir un hermoso cuaderno íntimo de música, que no se agota ni se distrae en lo recóndito de los años. Camilo es un hombre sin apariencias, cálido y fresco como una carta abierta.

Nuestro homenajeado ha escrito sus canciones, boleros populares, y el entusiasmo de nuestro folclore con serenidad, calma y silencio revelador, como una mirada abarcadora de su música, de su manera de sentir y ver, y de permanecer en las ocupaciones del espíritu y la cultura.

Gracias Camilo por el impacto de claridad y luz de tus canciones, que se nutren de poesía y mística, en un acto artístico, con la ligazón del amor y el entusiasmo de siempre. ¡Felicidades!
Nuevo Amanecer Cultural presenta las voces de artistas, poetas, pintores, teatristas, filósofos, músicos y admiradores del pueblo, quienes se acercan con alegría para compartir este homenaje merecido a Camilo Zapata.


Ricardo Palma (músico): Camilo Zapata me merece un gran respeto. Es un auténtico nicaragüense. Es un gran artista que merece el elogio de todos. Yo tengo una deuda moral con él, desde 1990. El doctor Sergio Ramírez Mercado, vicepresidente de la República, en ese entonces, me encomendó realizar varios arreglos para la grabación de tres discos, pero las mezclas no quedaron a mi entera satisfacción por la deficiencia tecnológica, pues él quería algo moderno. Camilo nunca me dijo nada al respecto, ni nunca me señaló una objeción. Sin embargo, yo como músico y admirador del maestro, sé que tengo una deuda moral con su música.


Róger Pérez de la Rocha (pintor): Camilo Zapata es un gran maestro. Un hombre y un artista estupendo, creador del son nica, donde todos nos representamos. Nicaragua está bien representada con la música y canciones de Camilo Zapata, para amar más nuestro paisaje con “El Caballito Chontaleño” y “El Solar de Monimbó”.


Alejandro Serrano Caldera (filósofo): Un gran maestro pionero de la música nacional. Son muy merecidas artísticamente sus canciones, como “El Solar de Monimbó” y “El Caballito Chontaleño”. Camilo Zapata se consagra como el más auténtico representante del canto nicaragüense.


Milton Guillén (músico): Para mí fue un honor ser músico invitado para celebrarle sus 80 años, compartiendo escenario en esa ocasión con el recordado hermano Arnulfo Oviedo. Camilo es símbolo de nuestra nicaraguanidad. Un músico con una gran imaginación, y para muestra ahí está el inolvidable “Caballito Chontaleño”. Camilo es el rey, y un genio de la música nicaragüense.


Lautaro Ruiz (teatrista y músico): Camilo Zapata forma parte del pentagrama de estrellas del panorama musical nicaragüense. Cuando he viajado al exterior, siempre me preguntan por la música de Camilo Zapata, lo que significa que por el mundo están regadas las semillas de su música, cosa que celebro y me entusiasma, como nicaragüense.

Alfredo Quintero (músico, hijo dilecto de Estelí): Un gran defensor de nuestra nicaraguanidad es Camilo Zapata. Se merece lo mejor de todos nosotros, por la virtud de su música, que tiene algo que lo diferencia de otros, por ser muy nato, con un sabor que lo identifica.


Richard Loza (músico): Camilo Zapata le ha dado al son nicaragüense algo muy interesante, por ser su fundador. Ahora mismo que regreso de España, me voy a dedicar a estudiar más el son nicaragüense para diversificarlo y retomar experiencias, por ejemplo, de Guatemala y México. Camilo Zapata está en mi corazón.


Jorge Paladino (músico): Es un gran artista Camilo Zapata, con él he compartido muchas jornadas de trabajo llevando nuestro canto por todo el territorio nacional, y ha sido para mí gratificante, muy alegre y con mucho humor compartir su compañía. Camilo se merece un gran homenaje.


Marcio Vargas (cineasta): Camilo Zapata es un gran roble de la música nacional. Bien vale un homenaje para su trayectoria artística, aunque muchas veces desconfío de los homenajes, porque algunos lo toman como moda.


Salomón Alarcón (Relacionista Público del Instituto de Cultura): Camilo Zapata es un faro que ilumina todos los rincones de Nicaragua, a la vez que lleva luz con su música. Su legado es su originalidad, que lo convierte en el verdadero pionero del canto regional, le da forma, lo moldea, y lo tira al comal, y la cocción es perfecta, y lo hace dirigible a todo el ámbito nacional.


Silvio Solís (poeta): Es el primer nicaragüense que estudia a fondo y crea el son nica, del que se conocía con la canción “Mama Ramona”; y que viene de la tradición española y africana, con el son de toro, fuente del son nica. Camilo es un gran cultivador de nuestra música. Exalta la nacionalidad y es un referente de la música regional. Sandino es el libertador, Darío el gran revolucionario del lenguaje de la nueva América, y Camilo es el músico.




“Camilo Zapata, el creador del son nicaragüense, decimos, eso ya está dicho. Como nicaragüense que soy, y no hay nada más que decir, he querido en mi vida de intelectual y de dirigente revolucionario, buscar las señales de identidad que reconozcan y hagan reconocible a mi tierra: lenguaje, músi­ca, poesía, rebeldía, orgullo de pueblo sufrido pero altanero, tierra humilde y pequeña pero inexpugnable, canción y bastión. Y aquí en esta música de Camilo Zapata hay una señal de identidad visible para reconocer a la nación y reconocerse de manera trascendente, basta El solar de Mo­nimbó en el bordoneo de una guitarra en manos campesinas, uña y carne despertando en el tono mayor de sus cuerdas broncas, para saber quiénes somos y cómo nos identificamos. Porque esa música une y ata, identifica al nicaragüense y lo nicaragüense despierta y confirma nuestra identidad nacio­nal. Más que suficiente”.


(Tomado de: Sergio Ramírez/Confesión de Amor/Ediciones Nicarao, 1991)

En el homenaje a don Camilo Zapata en su cumpleaños

Hablar de Camilo Zapata y de su obra musical es hablar de alguien irrepetible, un caso único, un incunable. Como “cantautor” ha experimentado en todos los ritmos conocidos y al oír su obra uno se sorprende de saber que ha escrito boleros, tangos, corridos, valses, pasillos, jorpos, etc. amén de que es el fundador o creador del SON NICA, ritmo pegajoso, bello, alegre y con el que todo el que se precia de ser NICA se indentifica con su patria Nicaragua al escucharlos sobre todo si está allende los mares o exiliado, en cuyo caso viene a ser casi como nuestro segundo himno nacional.

Camilo ha sido fuente de inspiración y ejemplo para los que hemos incursionado en la música ya sea solos, o en tríos o grupos y estoy seguro de que sin excepción todos en sus presentaciones al público han interpretado no una sino varias veces las bellas melodías llenas de sabor poético y musical de nuestro genio musical criollo.

Nuestro trío de médicos que se dio a conocer como los “Bisturices Armónicos”, compuesto por los doctores: César Zepeda Monterrey (q.e.p.d), Wilfredo Álvarez Rodríguez y César Ramírez Fajardo, interpretamos con frecuencia bellos sones nicas, además de otras melodías e incluso canciones inéditas, pues cultivamos una buena amistad y con su trato amable, su gran carisma y su voz de aliento, nos ayudó mucho en el tiempo en que actuamos como trío.

No pretendo hacer una apología a su persona, ya se ha escrito bastante de él, su obra musical ha sido aceptada y aclamada tanto nacional como internacionalmente, ha sido honrado, homenajeado y galardonado en numerosas ocasiones reconociendo sus méritos y para nosotros siempre será nuestro “Clarinero Mayor”, baluarte y guía de nuestra musicalidad y nicaraguanidad.

Escribo hoy estas pocas líneas impregnadas de la sinceridad y el cariño que se merece don Camilo aprovechando la celebración de la fecha de su natalicio para desearle muchas felicidades en unión de su familia y para que recuerde que sus amigos no lo olvidamos y que imploramos al Señor que le conceda una larga vida para que coseche lo que ha sembrado y de lo cual estamos orgullosos todos los que nos preciamos de ser nicaragüenses.


Con todo aprecio, Dr. César Ramírez Fajardo

Managua, Nicaragua, septiembre 2007

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